viernes, 23 de octubre de 2009

Un planeta con moléculas de la vida

Un planeta extrasolar con las moléculas de la vida
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Animación del nuevo planeta descubierto . NASA.
Bautizado como HD 209458b, tiene un tamaño superior a Júpiter
Es el segundo exoplaneta en el que se detectan compuestos orgánicos
Efe Washington
Actualizado miércoles 21/10/2009 11:51 horas
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El descubrimiento de vida en otros mundos parece estar cada día más cerca. Científicos de la NASA han logrado detectar moléculas básicas para la actividad biológica en un planeta extrasolar gaseoso, en un avance hacia lo que el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la agencia espacial estadounidense ha calificado como la meta de encontrar un cuerpo cósmico en el que pueda haber organismos vivos.
La NASA indicó en un comunicado que el planeta no es habitable, pero tiene una actividad química, que si ocurriera en un planeta rocoso como la Tierra, podría indicar la presencia de vida.
"Este es el segundo planeta fuera de nuestro sistema solar en el que se ha descubierto agua, metano y dióxido de carbono, elementos potencialmente importantes para los procesos biológicos en planetas habitables", dijo Mark Swain, científico del JPL. "La detección de compuestos orgánicos en dos exoplanetas plantea ahora la posibilidad de que sea habitual hallar cuerpos similares con moléculas vinculadas a la vida", añadió.
El exoplaneta fue identificado como HD 209458b, un gigantesco cuerpo gaseoso más grande que Júpiter que orbita una estrella a 150 años luz, en la constelación de Pegaso. En diciembre del año pasado, los científicos del JPL descubrieron dióxido de carbono en otro exoplaneta gaseoso del tamaño de Júpiter identificado como HD 189733b. Observaciones anteriores realizadas por los telescopios espaciales Hubble y Spitzer habían revelado que en ese planeta también hay vapor de agua y metano.
400 exoplanetas conocidos
El anuncio del descubrimiento de moléculas orgánicas en el planeta HD 209458b se realizó después de que un grupo internacional de investigadores informara de la detección de otros 32 nuevos exoplanetas desde el observatorio de La Silla, al norte de Chile. Esa cifra eleva a alrededor de 400 el número de planetas detectados más allá del sistema solar. Swain y su equipo científico llevaron a cabo su hallazgo mediante el uso de instrumentos espectroscópicos con los que descompusieron la luz proveniente del planeta para identificar sus componentes químicos.
La presencia de las moléculas orgánicas fue detectada con la cámara infrarroja del Hubble y el espectrómetro del Spitzer midió su cantidad, señaló el comunicado. "Esto demuestra que podemos detectar moléculas que intervienen en el proceso de la vida" en planetas más allá del sistema solar, dijo Swain.
Además, agregó, los científicos tienen ahora la posibilidad de comparar las atmósferas de los dos exoplanetas para establecer sus diferencias y similitudes. Swain indicó como ejemplo que la cantidad de agua y dióxido de carbono es similar en ambos pero HD 209458b muestra una mayor abundancia de metano que HD 189733b. "La mayor cantidad de metano nos puede decir algo. Tal vez signifique que existe algo especial respecto a la formación de este exoplaneta", añadió.
A comienzos de este año la NASA lanzó al espacio la sonda Kepler, cuya misión central es buscar planetas rocosos que pudieran tener características similares a la Tierra. Según los astrónomos, pasarán más de diez años en esa misión antes de que se pueda encontrar un planeta que pudiera albergar señales de vida como la de la Tierra.
Y cuando ocurra la detección de compuestos orgánicos, "eso no significará necesariamente que existe vida en ese planeta porque hay otras formas de generar esas moléculas", aclaró Swain. Según el científico, los exoplanetas están demasiado lejos de la Tierra como para enviar sondas hasta ellos y la única forma de estudiarlos es a través de los telescopios, cuyos sistemas espectroscópicos son un importante instrumento para determinar su composición química y su dinámica.

lunes, 15 de junio de 2009

LA TERRA PUEDE CHOCAR CON MARTE DENTRO DE 5 MILLONES DE AÑOS

El Sistema Solar parece un modelo de estabilidad. Fenómenos como los eclipses pueden pronosticarse con precisión, y los movimientos de los planetas por sí mismos pueden predecirse con exactitud en los próximos de millones de años. Sin embargo, hay cierto caos, al que se le atribuyen variaciones en las órbitas de los planetas, que podrían producir colisiones entre éstos.

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Representación artística de una colisión entre la Tierra y Marte. J Vidal-Madjar / NASA
Ahora, científicos de Observatorio de Paris y de la Universidad de California han determinado, de acuerdo con un nuevo estudio numérico, que estas desviaciones pueden literalmente ser incluso más asombrosas.
Así, han determinado cómo la Tierra puede colisionar con Mercurio, Marte o Venus. Y advierten que si bien no hay necesidad de preocuparse (pues en caso de que esa colisión tenga lugar las posibilidades son relativamente pequeñas), no será hasta unos cuantos miles de millones de años.
Anteriormente se realizaron estudios de orbitas planetarias basados en simulaciones estadísticas (ecuaciones promedio para el estudio del movimiento de los planetas). Sin embargo, estas ecuaciones se vuelven defectuosas cuando se considera una colisión planetaria. En el estudio, publicado en el último número de 'Nature', Jacques Laskar y Michael Gastineau usaron un modelo no promedio que toma en cuenta la relatividad general de todo el sistema solar en los próximos 5 mil millones de años.

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Representación artística del aproximamiento entre la Tierra y Venus. J Vidal-Madjar / NASA
Los científicos revisaron 2501 escenarios de posibles colisiones y encontraron que unos 25 (un uno por ciento) conducían a un trastorno con la órbita de Mercurio, y uno de éstos conducía a una colisión con la Tierra. Las simulaciones indicaron que Mercurio, a pesar de su pequeño tamaño, supone un gran riesgo para el orden actual.
En otro escenario, que tendría lugar dentro de 3 mil millones de años, se vio a Marte y a la Tierra orbitar a menos de 794 kilómetros, además de cinco casos en los que Marte podría ser expulsada del sistema solar en los próximos 5 mil millones de años.
Por otra parte, encontraron una colisión entre 2 cuerpos celestes en casi 200 escenarios, de los cuales 48 incluyen a la Tierra.
Simulaciones con ordenador

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Representación artística de una colisión entre la Tierra y Venus. J Vidal-Madjar / NASA
Los científicos presentaron los resultados de su estudio con una gran cantidad de simulaciones por ordenador. En él se muestra que las órbitas de los planetas terrestres (Mercurio, Venus, Tierra, y Marte) tienen aproximadamente un 99 por ciento de posibilidades de mantener su actual y puntual mecanismo en los próximos 5 mil millones de años.
Las continuas interacciones por atracciones gravitacionales entre planetas degradan sus repetitivos y predecibles movimientos. Con el tiempo, un sistema de órbitas puede volverse más desordenado, de forma que los planetas colisionen con una estrella u otro planeta.

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Representación artística de una colisión entre la Tierra y Venus. J Vidal-Madjar / NASA
En las últimas décadas los ordenadores han facilitado el conocimiento de los mecanismos celestiales. Las predicciones orbitales obtenidas de la integración numérica de las ecuaciones de movimiento de los planetas pueden de hecho convertirse en caóticas en unos 5 millones de años.
Los ordenadores ahora son lo suficientemente rápidos para poder producir modelos del sistema solar a través de los 5 mil millones de años de vida del Sol. Una de las cuestiones que ha surgido de todo esto, desde un punto de vista dinámico, es que el Sistema Solar es la suma de dos sistemas de planetas. Los gigantes gaseosos (Júpiter, Saturno, Urano, y Neptuno) constituyen una constelación extremadamente estable, mientras los rocosos planetas terrestres tienen un equilibrio mucho menos sólido.